La historia deportiva de esta joven santanderina que sueña con tubos inacabables y también con aprobar la selectividad el próximo mes, no comienza encima de una tabla. Empieza hace catorce años sobre un tatami. «Cuando tenÃa cuatro años empecé a hacer gimnasia rÃtmica y llegué a estar en la selección española escolar. Pero a los 12 lo dejé porque tenÃa que echarle muchas horas y no podÃa compatibilizarlo con los estudios», cuenta Casandra recordando sus inicios deportivos.
Pero su idilio con el surf comienza unos años después, en el verano de 2005. Este periódico anuncia que el tour de Roxy ‘Learnt to Surf Now’ (un tour para chicas en el que surfers profesionales, todas mujeres, imparten cursillos de iniciación) llega a Liencres. «Aunque habÃa que apuntarse yo me enteré el último dÃa y me presenté en a playa. Como estaba lloviendo éramos pocas las chicas. A los cinco minutos de empezar la clase yo era la única que se sostenÃa encima de la tabla. Creo que fue porque ya habÃa practicado un poco con un corcho. Pero bueno ese dÃa me enganché a este deporte», dice la joven surfista, último fichaje de la firma Rip Curl, icono de la cultura surfista en el mundo.
Con unos ahorros Casandra se compró una tabla de segunda mano. «Mis padres, los mismos que ahora me acompañan a todas competiciones, me dijeron que estaba loca y que si querÃa hacer surf que me buscase la vida. En Decathlon me compré también un traje de neopreno corto y asà me presenté a la última competición del año 2005 en Cantabria el Buena Onda de San Vicente de la Barquera». Quedó cuarta y en su casa las cosas empezaron a cambiar. A sus padres la idea de que su pequeña Casandra surfease les empezó a gustar algo más. Aún asÃ, no la compraron un neopreno largo y tuvo que estar con el corto entrenando casi todo el invierno. «Hasta que mi tÃo se apiadó de mà y me compró uno largo. Me morÃa del frÃo», rÃe.
Aunque no contaba con muchos apoyos, Casandra se lo empezó a tomar en serio. «Se levantaba a las 6.30 horas muchos dÃas para entrenar», dice su padre, Ãngel. Además el surfer santanderino Dani GarcÃa la dio unas cuantas clases magistrales de técnica en ese invierno de 2005-06. A principios del pasado año, y para sorpresa de todos, incluida la propia Casandra, la Federación Española de surf se la llevó al Mundial Júnior en Brasil. «Aluciné», dice la santanderina que con dos meses de experiencia ya fue internacional con la selección español.
Regreso de Brasil
A su regreso de Brasil, Casandra se puso las pilas y comenzó a competir en todas las pruebas del Circuito Nacional. «Gané el Wahine Surf Festival de Asturias en Júnior y segunda absoluta, por detrás de Mirka; gané el Pro Júnior Quiksilver en sub-21, no estaba Mirka; también gané el Circuito Nacional femenino que constaba de cuatro pruebas y se proclamó subcampeona de España», explica la surfista, una de las pocas que todavÃa no es rubia.
Casandra acaba de llegar de Portugal, donde la semana pasada disputó su segundo Mundial Júnior con el equipo español, que, por cierto, esta plagado de cántabros. Además de Casandra, estuvieron en Portugal Gonzalo Calle, Juan Merodio, Juan DÃaz-Terán e Iván Laya. Pero la surfer de Santander piensa ya en su futuro. «Para empezar, este año voy a dar el salto y competir en el Circuito Europeo». Tiene previsto hacer las pruebas del EPSA de Portugal y de Francia. Y por supuesto no quiere descuidar lo que me va a dar de comer, los estudios». «Quiero estudiar Magisterio, por Educación FÃsica, aunque llegado el caso, no me importarÃa dejarlos un tiempo aparcados para dedicarse en cuerpo y alma al surf», dice.
Su ola preferida es la del Sardinero, donde Casandra cogió su primer tubo y donde habitualmente entrena, aunque confiesa que «la mejor es la de la playa de El Brusco».
fuente: el diario montañes