Como el tema es complejo y la exposición va a ser larga, vayamos por partes:

La Ría de VIllaviciosa es uno de los espacios naturales de mayor interés de la costa asturiana, tanto por su flora como por su fauna, así como por los procesos geomórficos y ecológicos que en ella se desarrollan.

Las especiales características del estuario permiten el desarrollo de grandes áreas de marisma halófila (los vegetales más tolerantes a la salinidad marina). Los bancos de fango que quedan al descubierto durante la bajamar constituyen el hábitat idóneo para multitud de aves migratorias, siendo algunas de ellas especies protegidas (como es el caso del zarapito real).

En la actualidad la Ría disfruta de las medidas de protección que le confiere su declaración como Reserva Natural Parcial a través del decreto 61/1995, del 27 de abril (BOPA 128 / 5 de junio).

Este decreto, el llamado "Plan Rector del uso y gestión de la Reserva Parcial de la Ría de Villaviciosa", tiene como fin el regular todas las actividades humanas que se lleven a cabo en la Ría, conservar los hábitats y en particular a las especies amenazadas, así como evitar cualquier actividad que perjudique al ecosistema de todo el área protegida.

Dejando de un lado por un momento la ecología, la ola de Rodiles (que se nutre precisamente del banco de arena que quieren dragar) es nuestra mejor ola. Es única, de una calidad excepcional. Rodiles es y ha sido cantera de los mejores surfistas asturianos. Recibe anualmente cientos de visitas de surfistas de todo el mundo (Francia, Estados Unidos, Portugal, Inglaterra…) y muchas de ellas célebres, como es el caso de John Peck o del creador de la firma Quiksilver, Jeff Hackman (por poner un par de ejemplos).

El número de surfistas que disfrutan de rodiles es elevadísimo y al mismo tiempo incalculable. Sirva como dato que en un día de buenas olas puede llegar a haber unas cincuenta personas en el agua. Un sólo día. Este número habría que multiplicarlo por todos los días (innumerables) que Rodiles se pone "bueno" al año para obtener una cifra significativa. Y sumar ésta a las que se pudieran haber obtenido durante las tres últimas décadas, que es el tiempo que se lleva cogiendo esa ola. La pérdida de Rodiles haría un enorme daño al mundo del surfing asturiano, a sus deportistas, a tiendas, escuelas, campamentos… hay toda una infraestructura montada en torno a nuestras olas míticas que ha de ser tenida muy en cuenta antes de tomar cualquier tipo de decisión.

Por todo lo antes expuesto, la comunidad surfista quiere manifestar su frontal oposición a la propuesta de José Manuel Rodríguez de drenar la desembocadura de la Ría de Villaviciosa. Y argumentando aún más nuestro rechazo a tal idea exponemos los siguientes motivos:

1) La ola de Rodiles desaparecería junto con la arena dragada, y con ella la posibilidad de disfrutar de la mejor ola de Asturias. Tampoco la disfrutarán las generaciones venideras si no se evita este despropósito.

2) Los motivos que alega el jefe de los Salvamentos para llevar a cabo el dragado (peligrosidad para la navegación en marea baja) nos parecen a todas luces insuficientes y totalmente circunstanciales. Todos los que dependemos del mar sabemos que la marea sube dos veces al día, con lo que el problema sólo se da durante unas tres horas (y el día tiene 24) a mareas muy vivas, como la que utilizaron para hacer sus demostraciones (muy oportunamente). En todo caso, habría que constatar la dificultar real de las embarcaciones en condiciones normales y conocer el índice de siniestralidad marítima por el citado motivo que se registra en esta zona tan concreta.

3) El Puerto de El Puntal se encuentra dentro del entorno protegido de la Ría de Villaviciosa. Éste hecho es definitivo: los particulares que hagan uso de sus pantalanes y que naveguen por la ría con sus embarcaciones han de conocer a la perfección la normativa reguladora de la Reserva. Han de saber que lo importante en la ría es preservar su ecosistema único. La práctica de la pesca deportiva se puede realizar en infinidad de lugares de nuestra costa, mientras que el hábitat del que estamos hablando sólo se da en la Ría de Villaviciosa. El Plan Rector deja bien claro que lo prioritario es la protección del ecosistema. Mucho después estarían los intereses del Club de Pesca Deportiva de El Puntal y del dueño del astillero de El Gobernador.

Antes siquiera de mencionar la posibilidad de llevar a cabo este tipo de iniciativas, habría que hacer una exhaustiva evaluación preliminar de impacto medioambiental. Está en juego el equilibrio entre las aguas, dulces y saladas, que nutren la ría. Es muy probable que un dragado del tapón natural de la ría eleve la salinidad de los fangos afectando mortalmente a todo el ecosistema.

Se recomienda a las personas que solicitan este dragado consultar lo ocurrido en Urdabai (Mundaka). Tres años después de que Astilleros Murueta dragara 240.000 metros cúbicos de arena “el estuario se ha recuperado de forma natural y las actuales condiciones morfológicas de la barra son prácticamente a las habituales”, según palabras de un estudio realizado por el Departamento de Medio Ambiente Vasco en la desembocadura del Oka.

Así que el dragado no parece la solución sino un nuevo problema para el ecosistema, que se enfrenta a él regenerándose naturalmente, muchas veces con arena de la misma playa. A consecuencia del dragado, la ola de Mundaka desapareció durante tres años, herida de muerte por los intereses de unos pocos. ¿Queremos que ocurra esto en Rodiles?…

Desde el pasado viernes, cuando trascendió la noticia, el E-10 Surf Club y la federación han iniciado una serie de acciones encaminadas a la protección de “La Barra”, una de ellas, la recogida de firmas es una de las formas en que todos podemos apoyar la desestimación de esta propuesta.

Cristina Cipitria Castro

Coordinadora Medio Ambiente F.S.B.P.A.