Salinas se prepara para recibir este fin de semana la llegada de la gran ola, una ola arrolladoramente desenfadada, con aire retro, vestida con camisa de flores, sabor a la California o el Hawai de los años 50 y sonido de los míticos Beach Boys. Su nombre, Vans Longboard Festival, una fiesta surfera para todos los públicos, preferentemente niños y mayores, casi mejor dicho padres e hijos.
¿Quién dijo que el tamaño no importa? Hace ya unos años que un grupo de nostálgicos sacaron del baúl de los recuerdos aquellas largas y pesadas tablas con las que sus padres aprendieron a surfear, tan pasadas ya de moda. La mayoría son cuarentones, y tienen su propia prole. Cuando llega el fin de semana cambian el traje, la corbata y el coche alemán por las chanclas, el bañador y la furgo, preferentemente casi con tantos años como ellos.